Historia de la Cerveza
La historia de la cerveza es considerada tan antigua como la humanidad misma. Los primeros indicios de su existencia provienen del pueblo sumerio, en la baja Mesopotamia, 6000 años antes de Cristo. Tras la fermentación del grano de trigo obtenían una bebida de carácter sagrado y medicinal que llamaban Sukari, cuya diosa protectora era Ninkasi. En la antigua ciudad de Uruk (actual Irak) el arquitecto real recomendó la cerveza entre sus trabajadores «para estar más atentos a su trabajo y relajarse al final de la jornada».
En el famoso Código de Hammurabi, en la civilización babilónica (1736-1686 a.C.), se condenaba a los taberneros que estafaban a sus clientes con el precio del producto. Esto revela la importancia que confería aquella cultura a la cerveza, como producto de la fermentación de la cebada, el trigo y en algunos casos, el centeno.
Fueron los egipcios quienes comenzaron a utilizar la cebada para producir cerveza. La convirtieron en la bebida nacional y descubrieron la malta, a la que añadieron azafrán, miel, jengibre, dátiles y comino. Para elaborarla, adoptaron el método sumerio y la denominaron Zythos.
Cuando los romanos toman el control del Mediterráneo, su diosa de la agricultura, Ceres, da el nombre a los cereales y la bebida obtenida de su fermentación. La Ceres-Vis o «Fuerza de Ceres» era elaborada entonces con trigo, cebada, avena o centeno, y era endulzada con miel o amargada con ajenjo.
En la expansión del imperio romano, Julio César (100-44 a.C.) había visto a los belgas ingiriendo el ambarino líquido, y ya en la edad media se representa a Carlomagno, conocido como «el rey de la cerveza», con una amplia sonrisa y una copa en la mano.
Es a Gambrinus, su maestro cervecero, a quien se le atribuye el descubrimiento del lúpulo, planta trepadora de cuya flor femenina se obtienen y extraen compuestos aromáticos y de delicado sabor amargo, los cuales contribuían a la preservación de la cerveza y le conferían su agradable sabor y aroma característicos.
Durante el Renacimiento surge la cerveza blanca, con tres grandes centros de fabricación: Hamburgo, Berlín y Hannover.
Desde Europa pasó a América y se expandió por todo el continente.
Posteriormente a la Ilustración, sucede un hecho vital en la historia de la cerveza: Pasteur identifica y descubre las levaduras y, adicionalmente, consigue evitar la presencia de bacterias mediante la elevación de la temperatura, después de la fermentación.
Gracias a este proceso y a otros avances se consigue que la cerveza adquiera estabilidad y se pueda fabricar en cualquier época del año y pueda además ser trasportada en óptimas condiciones. La cerveza es, en definitiva, un producto de diferentes tipos, sabores y tradiciones, que une a todo aquel al que seduce la espuma de la vida.
En Venezuela
En una lista de víveres importados expendidos en las pulperías de la provincia de Venezuela, entre el aceite de oliva, las aceitunas, el aguardiente de uva, las alcaparras y almendras, las anchoas y el anís, figuraba la cerveza, en las postrimerías de la época colonial. Este hecho fue tomado por los historiadores como la primera prueba de la existencia de la cerveza en Venezuela.
Aunque en la Venezuela hispánica sí se consumía cerveza, ésta no se elaboraba en el país por lo que su demanda se cubría con importación desde España y las Antillas.
La venta de cerveza era habitual en los establecimientos comerciales y se envasaba en botellas de cuellos ancho y cuello largo llamadas “limetas”.
Durante la guerra de independencia el comercio mermó llegando a sus límites más bajos y, a consecuencia de la misma, Inglaterra y Alemania se convirtieron en nuestras fuentes de abastecimiento.
En abril de 1843, en la zona que hoy conocemos como Colonia Tovar, en el estado Aragua, los primeros colonos alemanes elaboraron la primera cerveza en Venezuela.
Pero fue en 1893 cuando se fundó Cervecería Nacional, primera empresa fabricante de cerveza en el país, la cual, luego de 32 años de operaciones, cambió su nombre a Cervecería de Caracas.
Durante los dos últimos lustros del siglo XIX se establecieron cuatro plantas productoras: en Caracas, Puerto Cabello, Maracaibo y Ciudad Bolívar, respectivamente. Es a partir de entonces que podemos hablar de una industria cervecera en Venezuela, la cual progresivamente fue desplazando a la producción importada, condición que se ha mantenido y afianzado con el transcurrir de los años con la contundente preferencia del paladar venezolano por la cerveza nacional.
Lo que los historiadores llaman la cuarta fase de la evolución histórica de nuestra industria se inicia en 1912 con el establecimiento de la Cervecería Venezolana de Maiquetía.
A partir de entonces proliferan las empresas productoras, conduciendo a un último período en el que se constituyen los tres grandes grupos cerveceros que existen actualmente: Cervecería Regional, fundada en Maracaibo en 1929; Cervecería Polar, que data de 1941; y Cervecería Nacional, establecida en 1955 y adquirida por Brahma en 1994.
Fuente: Historia de la Industria Cervecera, de Juan M. Morales Álvarez, 1992.